En julio de 1947, la localidad de Hollister en California, se disponía a acoger una reunión de motoristas. En principio la idea era congregar a los corredores de la zona y hacer algunas competiciones. Lo que ocurrió allí en vez de eso (o además de eso) fue según la prensa, una invasión de sucios y bárbaros animales que se emborracharon, causaron grandes destrozos y aterrorizaron a los pacíficos ciudadanos (según la prensa). Dicen las crónicas de la época que se reunieron unos 4.000 motoristas que pronto se cansaron de las emociones normales de la moto y se pusieron a hacer cosas mas excitantes, como competir con sus motos por la calle principal, romper cristales y mobiliario urbano. La policía detuvo a muchos por embriaguez y exhibicionismo. Después de dos días los motoristas se despidieron con una insolente explicación: “Nos gusta llamar la atención. Es muy divertido”.
Tiempo después se supo que no fue para tanto, hubo multas limitadas y detenciones –lo más 90 días por exhibicionismo- y “sólo” 50 heridos leves. Después del incidente, aparecieron multitud de artículos sensacionalistas con muchos “añadidos” de ficción, alguno de los cuales inspiraron una de las películas más influyentes a nivel sociocultural de todos los tiempos, Salvaje (1954) de Laslo Benedek, protagonizado por Marlon Brando.
Las fotografías que acompañaban algunos de estos artículos, como la portada de la revista LIFE del 21 de julio de 1947, estremecieron a la América decente y temerosa de Dios, con imágenes de bárbaros, alborotadores y bebedores de cerveza, dignas de la peor pesadilla. Con el tiempo también se supo que algunas de estas fotografías fueron un montaje sensacionalista. Ya era bastante malo que semejantes personajes merodearan por las ciudades, pero su gran movilidad y afán de viajar desde las urbes a pequeños pueblos no dejaba de causar escalofríos.
Pero si toda América quedó conmocionada con el incidente de Hollister, los respetables miembros de la American Motorcycle Association (AMA) estaban desesperados. De la noche a la mañana la imagen de deportista sano que tenía el motociclista había sido sustituida por la del bebedor degenerado y camorrista. En un intento de salvar su imagen, los dirigentes de la AMA empezaron a bombardear urgentemente a la prensa con cartas de disculpa, como la de Paul Brokaw, editor de The Motorcyclist :
......Lamentamos tener que reconocer que hubo disturbios en Hollister; no se trató de 4.000 motoristas sino de un pequeño porcentaje de ellos, ayudados por un grupo mucho mayor de agitadores no motoristas con mentalidad mercenaria. ....
En respuesta a una llamada de la liga de Ciudades de California para prohibir todas las reuniones de motoristas, la AMA emitió un comunicado en el que decía que “los gamberros eran probablemente el 1% de todos los motoristas. Sólo un 1% son maleantes y camorristas”.
De este modo la defensa de la AMA, convirtió en mito aquello que precisamente intentaba erradicar. El efecto fue el de unir a todas aquellas bandas de motoristas dispersas, que peleaban unas contra otras. Así grupos como los Gypsi Jockers, Road Rats, Satan’s Slaves, Pissed Off Bastards y Booze Fighters, que más tarde dieron origen a Hell’s Angels, se reagruparon oficialmente bajo la divisa “ 1% “ convirtiéndose así en una fuerza unida, opuesta a la AMA y a la recatada moral de la época.
Tiempo después se supo que no fue para tanto, hubo multas limitadas y detenciones –lo más 90 días por exhibicionismo- y “sólo” 50 heridos leves. Después del incidente, aparecieron multitud de artículos sensacionalistas con muchos “añadidos” de ficción, alguno de los cuales inspiraron una de las películas más influyentes a nivel sociocultural de todos los tiempos, Salvaje (1954) de Laslo Benedek, protagonizado por Marlon Brando.
Las fotografías que acompañaban algunos de estos artículos, como la portada de la revista LIFE del 21 de julio de 1947, estremecieron a la América decente y temerosa de Dios, con imágenes de bárbaros, alborotadores y bebedores de cerveza, dignas de la peor pesadilla. Con el tiempo también se supo que algunas de estas fotografías fueron un montaje sensacionalista. Ya era bastante malo que semejantes personajes merodearan por las ciudades, pero su gran movilidad y afán de viajar desde las urbes a pequeños pueblos no dejaba de causar escalofríos.
Pero si toda América quedó conmocionada con el incidente de Hollister, los respetables miembros de la American Motorcycle Association (AMA) estaban desesperados. De la noche a la mañana la imagen de deportista sano que tenía el motociclista había sido sustituida por la del bebedor degenerado y camorrista. En un intento de salvar su imagen, los dirigentes de la AMA empezaron a bombardear urgentemente a la prensa con cartas de disculpa, como la de Paul Brokaw, editor de The Motorcyclist :
......Lamentamos tener que reconocer que hubo disturbios en Hollister; no se trató de 4.000 motoristas sino de un pequeño porcentaje de ellos, ayudados por un grupo mucho mayor de agitadores no motoristas con mentalidad mercenaria. ....
En respuesta a una llamada de la liga de Ciudades de California para prohibir todas las reuniones de motoristas, la AMA emitió un comunicado en el que decía que “los gamberros eran probablemente el 1% de todos los motoristas. Sólo un 1% son maleantes y camorristas”.
De este modo la defensa de la AMA, convirtió en mito aquello que precisamente intentaba erradicar. El efecto fue el de unir a todas aquellas bandas de motoristas dispersas, que peleaban unas contra otras. Así grupos como los Gypsi Jockers, Road Rats, Satan’s Slaves, Pissed Off Bastards y Booze Fighters, que más tarde dieron origen a Hell’s Angels, se reagruparon oficialmente bajo la divisa “ 1% “ convirtiéndose así en una fuerza unida, opuesta a la AMA y a la recatada moral de la época.
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