Los 'faldones' en las vallas para proteger a los moteros encarecen las nuevas carreteras sólo en un 1%

La colocación de las barreras metálicas de seguridad en las carreteras, con un ‘faldón’ para evitar que los motoristas caídos se golpeen contra los soportes, sólo encarecen en un 1% las nuevas vías, según los constructores de este tipo de estructuras. Acusada de no hacer protecciones seguras para los conductores de dos ruedas, Simeprovi (Asociación Española de Fabricantes de Sistemas Metálicos de Protección Vial) respondió que sus empresas son las primeras interesadas en colocar este tipo de protecciones por la seguridad y su bajo coste.

El presidente de Simeprovi, Juan Manuel Álvarez, apuntó que cuesta lo mismo “construir 100 kilómetros de carretera sin proteger que 99 protegidos con este sistema”. Además destacó que todas las nuevas obras viarias tienen que colocar este tipo de protecciones. No obstante, Álvarez apuntó que también hay que trabajar en el desarrollo de nuevos prototipos que amortigüen el impacto de todo tipo de vehículos y vigilar la colocación de las barreras.

Álvarez destacó que las empresas aguantan, pese a la crisis. “No se dedican de forma exclusiva a la seguridad vial, sino que están más diversificadas. Todos los ingresos han bajado, pero los provenientes de las barreras, menos”, apuntó el directivo. En 2008 facturó entre 90 y 100 millones, lo que supone el uso de unas 100.000 toneladas de acero. La unificación de la normativa europea en este caso ha hecho que las empresas españolas tengan presencia en casi todos los países pertenecientes a la Unión. Además, “el riguroso sistema de protección y seguridad español”, según Álvarez, ha beneficiado a las empresas. “Se fían de nosotros”, comentó. Esto ha permitido exportar el modelo de protección a Latinoamérica (sobre todo a Chile, Argentina, Colombia y Costa Rica), Asia, Sudáfrica y a los países del Magreb.

Ahora, el sector está en pleno cambio debido a la nueva directiva sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras viarias. Esto supondrá la introducción de auditorías, evaluaciones e inspecciones de seguridad. El objetivo es conseguir que se tenga en cuenta la seguridad vial en todas las fases de la carretera: planificación, proyecto, construcción, explotación y conservación.

Fuente Colpisa