Un recorrido en Harley (República Dominicana)

Si se quiere emprender un extenso viaje en Harley por cada rincón de la geografía nacional es preciso conocer la esencia fundamental de ese grupo.

Eso le permitirá disfrutar al máximo de la experiencia, y acogerlo como un nuevo hábito o estilo de vida.

Pablo César Bolívar Pineda, pionero de la cultura Harley a nivel local, explica que antes de que una persona se proponga aventurar debe tomar en cuenta que hay dos clasificaciones del género, que son: biker, que es el original motorista que domina la Harley-Davidson con todo y sus criterios elementales; y los “fiebruses”, que sólo lo hacen para atraer la atención colectiva sin mostrar interés por la esencia de ese hábito.

Estos últimos tienden a conseguir motos asiáticas a las cuales les agregan el logo de la marca para simular que son auténticos biker.

Otro factor distintivo de esta tendencia es la vestimenta, la cual según José Santos, encargado de la revista virtual Dominicancruiser.com, es un punto importante para el viajero y se resume a cuatro artículos esenciales, que son: botas adecuadas y resistentes para el buen cuidado del pie, pantalones jeans cómodos y ajustados, un jacket de cuero y gafas grandes y oscuras. “Estos elementos protegen al motero de cualquier inclemencia del tiempo”, señala.

La música y el refrigerio no deben faltar en el recorrido. Santos recomienda escuchar rock clásico, mantener una consistente alimentación y no ingerir alcohol.

Para ejecutar a plenitud la agenda del viaje, lo ideal es llevarse de los expertos, cuyas recomendaciones van dirigidas a quienes aspiran a ser miembros de cualquier club para emprender giras sobre ruedas.

“Un fuerte sentido de espontaneidad y aventura son cosas que no deben faltar, ya que el biker no se preocupa tanto en llegar al destino, sino que la prioridad básica está en el disfrute pleno del trayecto”, agrega Santos.

Breve historia del movimiento a nivel local

Según Bolívar, el movimiento fue introducido a Quisqueya en 1982, luego de que unos años atrás él mismo se hubiese inspirado al palpar la estética, el sonido y el brillo de un ejemplar que estacionó un vecino suyo mientras residía en Queens, Nueva York.

Junto a Luis Coco Castillo (Tavín), reunieron a un grupo de amigos interesados, lo cual se transformó en el Santo Domingo Harley Motorcycle Club, emprendiendo así diversos viajes hacia Barahona, Montecristi, Samaná, Santiago de los Caballeros, Salinas (Baní), La Vega, San Francisco de Macorís y Bávaro Beach. Rutas, todas, que aún se recorren.

La tendencia toma mayor auge a principios de los 90, y para el año1999 el Cuerpo del Orden de Taipei, China, dona varias motocicletas a la Policía Municipal de Santo Domingo, momento en el cual Bolívar es contratado para dar mantenimiento y soporte técnico y a la vez brindar asesoría a los agentes para que hagan un debido uso de ellas.

Extraido de elcaribe.com.do