BANDERAS Y LA LIBERTAD

Las motos son máquinas que encienden pasiones. Y Antonio Banderas acaba de demostrar, con la misma soltura que emplea para enamorar a las cámaras, que es 'motard' de los buenos. No en vano, el actor malagueño lideró la presentación de su equipo de motos que, a partir del próximo fin de semana participará en Qatar, en el Mundial de motociclismo en la nueva categoría de Moto 2.

La gente las ama o las odia. Aquellos que aman las motos, las conducen porque es divertido. Las sensaciones físicas son comparables a las que experimentamos cuando montamos en bici. Los niños intuitivamente lo saben, y automáticamente saltan del asiento trasero de los coches cuando un motociclista pasa.

La escala de la moto es mucho más personal que la de un coche. Una moto puede ser fácilmente modificada para expresar la individualidad del propietario. A través de los accesorios, los moteros pueden convertir su moto en una exclusiva afirmación rodante sobre quiénes son, o quiénes imaginan ser. Otra razón muy importante para conducir es que montar en moto le da a uno sensación de libertad; puedes salir de la rutina y el estrés de la vida cotidiana.

Para el profesor universitario de antropología, Andrew Maxwell, forofo incondicional y estudioso del mundo de las motos en la sociedad post-industrial norteamericana, las Harley-Davidson fueron un invento de postguerra, pero han sobrevivido gracias al glamour con el que han rodeado a la moto, y eso se ha incorporado históricamente en formas de comprender la moto que son más lúdicas y cargadas de simbolismo.

Maxwell defiende que las motos son un estilo de vida más allá de un medio de transporte, y aunque algunos autores consideren que la moto es cosa de hombres yo, mujer, me confieso una admiradora. Y hasta he conducido una moto pequeñita por las calles de la Ciudad Condal.

Pero, para nuestro malagueño universal, lejos de estudios sociológicos y controversias, la moto (o las motos porque ha confesado que tiene 5 y que las usa todas) es síntoma de felicidad, de que puede hacer lo que le de la gana: "Como muchos que han nacido en una ciudad con buen clima y mar, siempre me han gustado las motos", ha declarado Antonio. "Muchas veces me he despertado a las cuatro de la madrugada para poder seguir en directo una carrera". De hecho, hasta su propia mujer, Melanie, le regaló una Harley Davidson por su cumpleaños.

"El motociclismo ha formado parte de mi vida siempre", empezó explicando Banderas. "Recuerdo haber crecido viendo correr a Ángel Nieto y a Santiago Herrero a lomos de aquellas maravillosas balas rojas..." Lo que no explicó el malagueño es que su pasión no es solitaria, sino compartida con varios de sus colegas, tanto en España como en Hollywood.

¿Quién es más importante, el hombre o la máquina? El eterno debate de los 'motards' puede dar de si durante horas y horas, pero nosotros siempre recordaremos a Steve McQueen como un sex symbol, un icono del estilo americano de cazadora de cuero y personalidad arrolladora, a lomos de su legendaria Scout Super Squirrel pintada por Von Dutch.

Y más cercanos vemos a Brad Pitt con su Custom Chopper o al doctor 'House', Hugo Laurie, con alguna joya clásica de su colección particular como una MV Augusta F4 Ago o una Triumph Bonneville... Hasta en la serie televisiva sale conduciendo.

Y a Bruce Willis y a Stallone... y hasta a Enrique San Francisco, que le han operado nueve veces de una pierna destrozada en un accidente, pero él sigue yendo en moto.

Pues eso: ¡aires de libertad!

Extraido de Chance (Europa prees)