Éxito de participación en la segunda fiesta motera de Más Carretera

Jornada completa desde las 11 de la mañana hasta la madrugada con moteros llegados desde varios puntos de España para celebrar la segunda fiesta de la asociación motera alcazareña que cumple un año de su constitución legal.

Más Carretera a punto de celebrar su primer aniversario como asociación legalmente constituida celebró una fiesta que duró casi veinte horas, desde las once de la mañana, hora a la que salía una expedición formada por casi ochenta motos que recorrieron diversas localidades de la comarca, con parada en Pedro Muñoz y posteriormente en Alameda de Cervera, donde todos los asistentes pudieron comer de la paella que había elaborado el cocinero Marcelo Ortiz para esta ocasión, con más de 150 raciones servidas a moteros llegados desde la provincias de Ciudad Real, Toledo, Madrid, entre otras.

A la comida asistió el concejal de deportes de Alcázar, Matías López, que reconoció: "La gente no sabemos de que va, pero cuando ves toda la gente que hay y que participa habrá que tenerla en valor"

El entorno de la pedanía alcazareña de Alameda de Cervera fue uno de los aspectos más valorados por los asistentes, por su sombra y el encanto natural del lugar. Mientras que por parte de la asociación, su presidente Pablo Tomás Márquez quiso destacar la buena disposición del alcalde pedáneo, José Luis Lizcano, que como buen aficionado al mundo de la moto ha colaborado desde el principio con esta asociación: "se ha portado muy bien con nosotros y nos ha ayudado muchos", reconocía Márquez.

La fiesta continuó por la tarde en el disco pub Cadillac Road House de Alcázar de San Juan con un concierto a cargo del grupo Los Rodeos, que pusieron el ritmo de rock and roll en esta reunión, en la que los más de sesenta socios de Más Carretera en colaboración con varias empresas patrocinadoras de la fiesta ofrecieron todo lo que estuvo en su mano para agradar a quienes habían llegado en moto a esta celebración.

Para concluir y tras la cena, en la que los grupos se repartieron por diversos restaurantes de la localidad, el conocido bar americano Rolling Rock se convirtió en el escenario del tramo final de la fiesta, con un nuevo concierto y el sorteo de regalos como viajes, cenas o prendas de vestir para montar en moto, todo ello siempre con el mejor ambiente motero.

Extraido de miciudadreal.es